FOTOGRAFÍAS EN BYN Y EN COLOR
En esta entrada del blog, voy a mostrar dos fotografías. Una de ellas está inspirada en una de las obras de la autora Ouka Leele. La he realizado en color y luego la he editado en blanco y negro. He hecho el mismo procedimiento con una fotografía inspirada en Nadar, un autor de la corriente realista. En las siguientes líneas reflexiono sobre estas imágenes y las comparó entre ellas y con su autor de referencia.
Nos encontramos ante una imagen en formato rectangular. Es un primerísimo primer plano del rostro de una joven. Está realizada utilizando un ángulo frontal. Se trata de una imagen posada pues está estudiada previamente y cuyos elementos están dispuestos de una manera específica. En el centro, ocupando la mayor parte de la fotografía, encontramos el rostro. Su piel es blanca. Está sonriendo y sus ojos aparecen caso cerrados. Su pelo está recogido. Su cuello y parte de sus hombros se encuentran a la vista. Cumple la ley de los tercios, ya que destacan las zonas de la fotografía en las que se encuentran los puntos de intersección imaginarios que forman los nueve cuadrantes. El fondo de la imagen es azul, bastante vivo y brillante. Llama la atención. El color de las naranjas de alrededor contrasta con este tono, puesto que son colores complementarios. Junto a la cabeza, se disponen siete medias naranjas rodeándola hasta la altura de las orejas en cada lado. Sobre la media naranja central superior, hay otra media naranja, a cuyos lados se disponen tres naranjas enteras en cada uno, llegando a la altura de la penúltima naranja por encima de las orejas. Considero que esta fotografía, gracias a la elección de los colores, transmite vitalidad, energía y juventud.
Después de tomar la imagen me dispuse a pintarla. La primera imagen que muestro anteriormente se trata de la fotografía original, descrita anteriormente. La segunda es la imagen en blanco y negro. obtenida simplemente bajando la saturación utilizando el programa GIMP, y en la que observamos que esa vitalidad, fuerza y energía transmitida en la imagen original se pierde y se sustituye por cierta profundidad en la expresión de los sentimientos. El blanco y negro, además, da lugar a prestar más atención a la disposición de los elementos en la imagen y no tanto a los colores. La tercera imagen es la imagen pintada utilizando el mismo medio. El resultado es una imagen más brillante y esos sentimientos que se transmitían en la imagen original vuelven a recuperarse. La piel de la chica es verde. Y el fondo sigue siendo azul, contrastando con el vivo naranja de las frutas de alrededor de la cabeza. Para que quedase ese efecto extraño de colores brillantes utilicé seguí el siguiente procedimiento: Al tener la imagen original pasada a blanco y negro, bajé bastante el contraste de los colores y subí el brillo para que quedase una imagen neutra y preparada para ser manipulada. Luego fui añadiendo capas transparentes, denominándolas con los nombres de los distintos elementos con los que iba a trabajar. Utilicé la herramienta pincel y fui eligiendo los colores que quería utilizar para la piel y el pelo, por una parte, el fondo por otra y por último las naranjas. Amplié la imagen en el momento de pintar para que el acabado fuese más preciso.
Como ya he mencionado, para realizar está imagen me he inspirado en la obra de Ouka Leele. Como se puede apreciar, no he imitado fielmente la disposición de los elementos, ni los colores ni las formas. Sin embargo he intentado recrear la expresión de la fotografía. Podemos apreciar algunas diferencias. Por ejemplo, el rostro de la chica esta orientado a la derecha de la imagen. Las frutas utilizadas son limones y se disponen alrededor de la cabeza. Algunos están cortados por la mitad y algunos están enteros, al igual que mi fotografía. El fondo es verde y adquiere un papel menos protagonista, pues es menos vivo y menos brillante. En general, así es la imagen, algo más apagada. La expresión de la chica es seria, al contrario de la chica de mi imagen.
Nos encontramos ante una imagen en formato rectangular. Es un plano medio del retrato de una chica. Está fotografía está inspirada en un retrato de la corriente realista realizado por el autor Nadar. Está realizada utilizando un ángulo frontal. Se trata de una imagen posada ya que tanto la posición de la chica como su expresión y su gesto están predeterminados para conseguir un acabado similar al del artista del realismo. En el centro de la imagen, encontramos un plano medio de una chica. Está sentada, mirando hacia su izquierda. Esta fotografía cumple con la la ley de la mirada. Los ojos, al no mirar directamente a cámara, proporciona una sensación de equilibro y respiro a la imagen. Además, la hace más interesante y despierta cierta curiosidad. La persona está seria, pero no demasiado. Lleva una sudadera ancha y cruda con un letrero al lado derecho del pecho. No se aprecia lo que hay escrito. Los pliegues se marcan especialmente gracias al juego de luces y sombras. La luz viene desde la derecha de la imagen y desde arriba. La persona tiene el cabello corto, liso y castaño. Casi no se nota. Lleva una gorra verde con otro escrito en el frente colocada hacia atrás. Sus manos casi no se aprecian. La pared que se ve a sus espaldas es de tono claro y de gotelé. A la derecha de la imagen, podemos ver parte de un marco blanco de una puerta.
Para pasarla a blanco y negro, utilicé el programa GIMP de nuevo. Potencié el contraste entre los tonos blanco y negro, bajé el brillo, potencié las sombras y bajé bastante la exposición para que se viese más oscura. Podemos apreciar que las diferentes texturas existentes en la imagen se potencian, así como los rasgos de la chica y su ropa y su expresión. La mirada se torna más intensa, la imagen en su conjunto es más seria y destacan los rasgos físicos de la chica. Además, la fotografía en su conjunto adquiere más elegancia y profundidad. La expresión de los sentimientos toma un papel más protagonista.
Si comparamos el resultado con la fotografía en la que me he inspirado, encontraremos varias diferencias. Lógicamente, son épocas distintas y la definición en la representación de la fotografía es diferente. Además, la joven fotografiada por Nadar se encuentra apoyada sobe una especie de mesa a la izquierda de la imagen, redonda rayada. Existen similitudes. Ambas imagen han sido representadas en blanco y negro. Aunque la mía ha sido realizada a color y editada en blanco y negro. El ropaje que lleva la joven en la imagen de Nadar también es ancho y se notan los pliegues. El fondo de Nadar es oscuro y el mío es más claro. La principal similitud es que ambas son retratos en los que se cumple la ley de la mirada y el modelo se encuentra sentado o apoyado y serio. Sus miradas parecen distraídas. Ambas transmiten serenidad, curiosidad y naturalidad.
En estas imágenes, al igual que en cualquier otra que percibamos, se aplica el sistema RGB o tricromía. Gracias a la luz, somos capaces de percibir los colores de los elementos que nos rodean. La luz es radiación electromagnética. Cuando, dentro de un átomo, un electrón pasa de un nivel de energía alto a uno menor, emite un fotón. Este sale disparado a casi 300 mil kilómetros por segundo y crea un campo eléctrico y magnético que se mueve formando ondas. Los fotones que llevan mucha energía lo hacen en frecuencias altas. Los fotones que llevan menos energía tienen longitudes de onda de varios metros o hasta kilómetros. A toda esta variedad de longitudes de ondas se le denomina "espectro electromagnético". Los ojos humanos evolucionaron para ver sólo una parte de él, desde el violeta hasta el rojo. Cuando un objeto recibe luz, según las sustancias de las que esté compuesto, absorbe algunas longitudes de onda y refleja otras. Las que refleja son las que vemos como su color. Cuando esa luz llega al ojo a través de la pupila, forma una imagen invertida en la retina, ya que la luz solo puede viajar en línea recta. En la retina se encuentran los fotorreceptores, conos y bastones, neuronas sensibles a la luz. Los bastones son sensibles a la intensidad y los conos, a los colores. Cuando los fotones llegan a los fotorreceptores, se desencadena una reacción química que genera un impulso nervioso que llega hasta el cerebro donde es interpretado. La mayoría de los seres humanos tenemos tres clases de conos, cada uno sensible a una longitud de onda o color. Por eso decimos que tenemos una visión tricromática o RGB. Cualquier color puede obtenerse mezclando las luces de los tres colores primarios, el rojo, el verde y el azul en diferentes proporciones.
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